sábado, 18 de junio de 2011

Quiero...

Llego a nuestro refugio, nuestra burbuja, con el abrigo y el pelo empapados por la lluvia que no quiere ceder, y golpea estrepitosamente los vidrios... No tardas en llegar... Siento tus brazos rodeando mi cintura y tu boca cercana a mi mejilla buscando ansiosa mis labios, mientras me saluda en susurros. Te beso como si no hubiera podido hacerlo en años... como si fuera dulcemente prohibido... con todo el placer que provoca romper las reglas si se trata de tí.
Intentas llevarme de inmediato a la cama... Hemos esperado tanto! Pero te detengo. Tomándote de la mano, te llevo a la sala, te empujo casi violentamente al sillón, y haciendo amagos de besarte, me alejo diciendo que te quedes ahí... sin moverte. Voy a la cocina y vuelvo con un café para tí entre las manos, sin el abrigo, con un conjunto de pantaleta y corsé de encaje negro, con ligas... Me miras... y me encanta que me mires. Te entrego el café, pero lo rechazas y te levantas a abrazarme...Te devuelvo al sillón... y te entrego el café...
Me siento frente a tí en una silla mientras comienza la música... los primeros acordes de Nude invaden el ambiente y solo me dejo llevar... acaricio mi cuerpo y tus ojos me recorren... Muerdo mi labio inferior al sentir el agua caer a mi cuerpo después de escurrir de mi cabello y lo notas. Sigues el camino de las gotitas hasta mis senos,  mientras bebes café.
Me pides que siga tocándome, y yo no puedo hacerte esperar. Llevo las manos a mis rodillas y avanzo por mis muslos hasta mis caderas... Dejas el café a un lado y te acercas un poco, solo un poco, yo sigo... aumento las caricias entre mis piernas mientras aprieto uno de mis senos... Muero por un beso tuyo, pero me conformo con tu absoluta atención.
De pronto no puedes aguantar más, y te levantas avanzando hasta quedar detrás de mi. Besas mis hombros y acaricias mis senos mientras murmuras que no pare de tocarme. Yo sigo tus ordenes, y entregada al placer inmiscuyo una de mis manos bajo la pantaleta, sintiendo mi humedad, deseando que fueras tú quién me toca, mientras me miras sonriendo con morbo, y diciendo que por fin puedes ver lo que me has pedido durante tanto tiempo. Muerdo tus labios y tu me tomas con fuerza, llevándome a la cama...