viernes, 26 de octubre de 2012

miércoles, 17 de octubre de 2012

Tu cómplice eterno




Estoy tan lejos de ser lo que quieres...

Estoy más lejos de lo que quiero ser...
Solo quiero ser feliz.

viernes, 12 de octubre de 2012

...

"María... Abre la ventana y deja que el sol alumbre por todos los rincones de tu casa.
María... Mira hacia afuera, nuestra vida no ha sido hecha para rodearla de sombras y tristezas..."

Tu y tus malditas ganas de aparecer en todo momento.
Si tan solo me acordara de tu rostro... Pero no.
Te fuiste ya... muy lejos, a un rincón del que no te puedo sacar.

Me sané de ti... y pensé que hacerlo sería más triste.

martes, 9 de octubre de 2012

Alejandro...

No sé cuando empecé a amarte tanto...
Es difícil saberlo, ya que de mucho antes me importaba el hablar contigo al menos una vez a la semana.
Han pasado tantos años y parecen poquitos.
He compartido gran parte de mi vida este último tiempo contigo y sé que lo seguiré haciendo por mucho tiempo más (lucharé por ello y lo sabes, sé que lo harás también).
Siento que te escrito tanto en todo este tiempo, y que a la vez no he hecho llegar a tus manos toda la tormenta de escritos que tienen tu nombre.
Contigo he sido todo... todo lo que he querido y he hecho todo lo que quise hacer hace tanto.
Me gustaría que te dieras cuenta de tantas cosas, para no tener que decirlas... para saber que existen y a la vez no hacerlas reales.
Me sanaste de mi peor mal, tanto así que ya no temo amarte, y dudo que tema hacerlo más adelante.
Si bien no te gusta, me hiciste aprender que mi naturaleza extraña era preciada en este mundo, y aunque el mundo no es como me gustaría, y el que yo sea así sea casi incompatible con el mundo, al menos siento que existe algo aquí que me hace fuerte, que me amarra a la tierra y me fortalece y aun así puedo volar y soñar... Porque así se ama, no? Con esta fuerza se ama...
No sabía que existía hasta que me enamoré de ti...

Lost in you... (II)

Volvía a mi, y de pronto aparece una foto que no recordaba que guardaba... Quería limitarme a creer que te había sacado para siempre de mi mente y de mi corazón. Pero ahí estabas...
Tu cabello anaranjado resaltaba incluso más que tus pecas, y tu sonrisa perfecta, que nacía justo después de haberme lanzado un beso ante la cámara, que jamás pude capturar porque moría infinitamente de risa junto a ti, sin poder tomar siquiera una foto... pero estaba esta.
De pronto sonreír al verte se me hizo difícil, que no pude aguantar el llanto.
"¿Dejarás de amarme algún día?"
"Jamás... eres mi angelito"
"No soy un ángel... si lo fuera, no te haría llorar"
"Tu jamás permitirás que llore por ti"
"Yo espero que tu no me dejes morir, así no tendrás que llorar por mi"
"Si te mueres, muero contigo"
"Si me sigues, no te lo permitiré... porque serás la única persona que me recordará como algo bueno..."
"Si no me lo permites, te odiaré el resto de mi vida"
"Será mejor, así me recordarás todos los días..."
De pronto me doy cuenta que todo lo tuyo sigue en el mismo lugar. El pañuelo que amarrabas a tu cuello y el bolsito pequeño en donde caía solo lo que necesitabas para sobrevivir. Todo estaba ahí porque en realidad nadie lo quería, solo yo, junto al disco de Portishead... Junto a tu rabia y tu melancolía, que aplacaban mi nostalgia y mi ánimo de mirar siempre atrás...
Y ahora me encuentro dándole una vuelta al pasado... ya ni siquiera recordaba tu cara, pero si tus besos.
"Dame una razón para ser una mujer... solo quiero ser una mujer"
Por qué quisiste ser una niña por el resto de tu vida?

Cuánto te extraño...

He querido escribirte un montón de cartas... Y resuena en mi mente el "jamás leerá la cartita de la pendeja". Extraño tanto que me digas que era pendeja!!! Una beba, tú beba, a quién protegías como si fuera tu hija, tu joya más preciada porque era lo más real que tenía tu vida.
Lo más real... de pronto se ha vuelto tan irreal...
De pronto te fuiste y me quedé así, sola, sin familia. Seguí siendo la huérfana de siempre, la pendeja...
Ojala estuvieras aquí, como lo estuviste hace un tiempo cuando te conté que me había enamorado hasta las patas del hombre perfecto que jamás quisiste conocer, para evitar desenmascarar hasta la última falla. Agradezco no haber intentado romperme el corazón antes de que lo hiciera el tiempo, pero te odio... Te odio por no haber estado todo este tiempo junto a mi.
Ojala recordaras que existe mi blog, que leyeras y recordaras... Sobretodo que recordaras que sin querer también te llevaste un pedazo de mi, y contigo, a la primera persona que quise en este mundo.
Ya... vasta de pendejadas (así me dirías tu...) Y a seguir viviendo...
Atte. Ara.